jueves, 19 de mayo de 2011

Manifesto de Odio




Ustedes deben pensar que soy un tipo amigable y alegre, ya que me paso escribiendo estupideces. Pero la realidad es que cada día que pasa estoy más amargado.

Mi odio no es por diversión (bueno, a veces si) sino que es producto del ambiente y circunstancias que me rodean, no como algunos cabrones que lo hacen por ser caprichosos, arrogantes, otros por inmadurez, algunos simplemente por que han tenido un mal rato y otros a causa de sus ciclos menstruales.


Pero ninguna de las causas anteriores se compara con el odio de este su servidor, el pordiosero de la empatía, el auténtico miserable.


Y es que por más positivo que me levante, siempre algo me jode


Por ejemplo, ayer fui a “Guol-Mart”, procedo a tomar un “carrito de compras” y no llevo 5 minutos usándolo, cuando de repente se le descojona una rueda y comienza a moverse solo a la derecha en forma de círculos…”Me cago en los rotos de la nariz de Ana Cacho”…o sea, habían cientos de “carritos” ¿Y a mi me toca el que tiene la puta goma jodía?... ¡ya empezamos mal!..Luego de eso procedo a hacer mis compras de depiladores de cejas, navajas para afeitar las piernas, un pote de AXE y otras cosas masculinas, cuando de repente me percato que de las 20 cajas para pagar, solo hay 4 funcionando…exacto 4 de 20…¿y para que puñeta hicieron las otras? Es como si hubiéramos nacido con 4 brazos, pero 2 de ellos solo funcionaran algunas veces y sin ningún aviso ni control de cuando.


Bueno, la cosa es que me encontraba haciendo la fila, y no sé si fue mi expresión o mí mirada…pero le hice pensar a la vieja del frente que me interesaba entablar una conversación con ella, cuando en realidad no.


Entonces la Sra. me mira y comienza a hacerme unas reflexiones acerca de lo imposible que es el costo de vida, cuando tiene que pagar $8.00 por su pote de Shampoo…En pocas palabras, gastó ocho dólares en una botella mediana de jabón para pelo. Mi único comentario fue levantar las cejas y mover varias veces la cabeza, mientras pensaba que algunas mujeres son pendejas…


Yo no tengo el pelo más cabrón del mundo, pero tampoco es el peor, y si me lo dejo largo me salen unos rizos de lo más bonitos. Nunca me lo he lavado con productos costosos, lo que hago es conseguirme uno de esos potes de dos litros de champú a $1.99 en Pitusa. Si mi pelo se ve bien es porque me lo lavo varias veces y uso acondicionador barato. La reina Isabel tenía el pelo que era la envidia de toda Europa y en el año 1500 no existía Pantene ni Mirta de Perales.


Pero mi manifiesto de odio no termina ahí…


Me dirijo hacia mi humilde Toyota, con las manos llenas de paquetes, cuando de repente comienza a sonar mi teléfono. Parece que tuvieran un chip especial para saber cuando estoy ocupado: ya sea comiendo, meando, lavándome las bolas, viendo porno en la computadora, o simplemente cuando quiero estar más solo (siempre quiero estar solo, pero a veces quiero estar más solo).


Y para colmo la llamada era bloqueada, así que si tu fuistes el que llamó y estas leyendo esto: ¡Muérete Cabrón!


Por cierto: desde que era pequeño, siempre quería tener el poder de hacer que a la persona del otro lado de la línea le explotara la cabeza.


Y para terminar, otra cosa que alimenta mi odio, es la gente que se toma la libertad de ser "mis enemigos"


Especialmente en Facebook. Primero me añaden y recibo mensajes diciéndome que se me fue la mano en algo que escribí y eso lo tomo como si quisieran  iniciar una guerra conmigo… O sea, si escribí que tenía ganas de compartir mi cama con Angelina Jolie y una cabrita… ¡Era un puto chiste! No era para que te convirtieras en el “Policía de la Moral en Internet” Así que muérdete un codo, no pienses que cada vez voy a estar pendiente de lo que me escribas y de que me importa tu opinión sobre mí, ahora vuelve a la realidad y cállate.


¿Ahora entienden mis deseos de destrucción hacia la humanidad?


No me culpen, en realidad no soy un tipo complicado. Para mi, la mejor Yoga es un cigarrillo, Toño Bicicleta es mi “Willie Wonka” y mis acciones se basan en lo que digan las galletitas de Panda Express…y son estos los testimonios reales que indican quien es el “ser” detrás de ALASTOR.


Si todo el odio fuera manejado por medio de una institución y existiera licencia para ser amargado, entonces yo sería su empleado público, y me llevaría el premio de empleado del mes.


Pero no todo está perdido, todavía pienso que puedo llenar mi alma de alegría. Quien sabe, tal vez en mi próximo Post sea la persona más alegre del Mundo, luego de descubrir el significado de la vida y les cuente las maravillas escondidas debajo de la batola de Walter Mercado…Quien sabe…

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