sábado, 12 de marzo de 2011

Argumentando con el viento


Por fin acepté que estoy en  un punto de mi vida, en el cual debo decidir que demonios quiero…Suena fácil, pero cuando tu conciencia es tu peor enemigo, jugando al “verte meter las patas” tu vida definitivamente no tiene un rumbo fijo…Y en esas ando  nuevamente.

Aquí estoy como siempre, preguntándome y dudando de todas mis creencias, valores y forma de ver la vida. Viendo el destino reírse de mí a carcajadas, mientras me fumo un cigarrillo. Viendo mis sueños cada vez más lejanos. Jugando cartas con lo desconocido y perdiéndolo todo. Solo me aferro a mi mismo, mientras lucho por mantenerme de pie.

Millones de pensamientos invaden mi cabeza…y todos vacíos. Siempre dispuesto a escuchar y aconsejar…y nunca ser escuchado. Es irónico como puedo hacer reír y animar a tantas personas… y sin embargo no puedo hacerlo conmigo mismo. Es esa maldita y repetitiva historia del payaso que ríe por fuera, pero llora por dentro.

Malditos pensamientos de locura. Malditas noches de soledad. Malditas preguntas sin respuesta… Malditos consuelos que nunca llegaron. No hay respuesta a nada… Por eso siempre callo…

Son solo el lápiz y papel, quienes fielmente vuelven a mí, una y otra vez, sin despecho…solo para guiarme y convertir en estrofas, todos mis pensamientos. Para hacerme palpar la realidad de mi mente, aunque a veces duela. Porque solo así, puedo definir lo que siento.

No busco que esto sea interpretado como tristeza. Es solo que a veces hay que dejar salir esas amarguras sin esperar consuelo. Aferrarse a aquello que te llene de de inspiración divina y seductora…las cuales para mi, lo es el verso.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario